jueves, 23 de octubre de 2014

Gerhard Richter el Artista del Siglo XX

Considerando que aún vive y que lleva más de 60 años produciendo vanguardia artística en el mundo. Gerhard Richter es sin duda uno de los Artistas más emblemáticos del siglo XX. Aún produce, aún transgrede, aún emociona.  El motivo del post es mostrar un poco de este Artista un tanto desconocido en Argentina, de hecho prácticamente no hay información en español en la Web.




Biografía: Gerhard Richter es un artista alemán nacido en Dresde el 9 de febrero de 1932.
Su padre fue maestro, acuciado por la crisis de los años 30, consiguió trabajo en Reichenau a 80 km. de Dresde. Fue obligado a unirse al partido nazi y en 1942, el niño Gerhard a participar en la Pimpfe (mote para el cambio de voz de los muchachos, era el preparatorio de la Juventudes Hitlerianas).  En 1939 el padre fue reclutado hacia el frente oriental (no regreso hasta 1947, fue capturado en 1944 y pasó el resto de la guerra como prisionero) y su tío Rudi murió en combate. La mudanza a Walterstorf en 1943 salvó a la familia del bombardeo de su ciudad natal. Su tía Marianne Schönfelder (1917-1945) fue eliminada como parte del programa de eutanasia establecido por los Nazis. Este temprano encuentro con la muerte y las atrocidades del período lo hicieron rechazar toda ideología y abrazar un profundo amor por la naturaleza.
Abandonó la escuela después del décimo grado y emprendió su aprendizaje como pintor de publicidad y de escenarios, antes de estudiar en la Academia de Arte de Dresde. En 1948 terminó su escuela profesional superior en Zittau, y, entre 1949 y 1951, fue educado allí en escritura así como en pinturas de escenario y publicidad. En 1950 su solicitud para entrar en la Hochschule für Bildende Künste Dresden (Universidad de Artes Visuales de Dresde, fundada en 1764) fue rechazada.
Finalmente regresa a su ciudad natal donde comenzó sus estudios en la Academia de Arte de Dresde en 1951 y se gradúa en 1956.
Richter se escapa de la Alemania Oriental para ir a la Occidental, dos meses antes de la erección del muro de Berlín.
Richter se casó con Marianne "Ema" Eufinger en 1957. Años más tarde descubrió que su suegro, Heinrich Eufinger, había sido uno de los responsables del programa de esterilización y eutanasia que ocasionó la muerte de 250,000 personas durante el Tercer Reich nueve años más tarde, ella tuvo a su primera hija, Betty.
Desde 1957 hasta 1961 Richter trabajó como maestro entrenador en la academia y asumió órdenes del anterior estado de la RDA. Durante este tiempo trabajó intensamente en murales («Arbeiterkampf», que significa «Lucha del trabajador»), en pinturas al óleo (como retratos de la actriz germano-oriental Angelica Domroese y de la primera esposa de Richter, Ema), en varios autorretratos y aún más en un panorama de Dresde con el nombre neutral de «Stadtbild» («Vista de la ciudad», 1956).
En 1961 viajo solo a la Unión Soviética, deja una maleta en la estación Berlin-Tempelhof, a su regreso busca a Ema en Dresde, viajan a Berlín y pasan por el tren local (S-Bahn de Berlín) al otro lado dos meses antes de la construcción del muro de Berlín. En Alemania Occidental, viven en un campo de refugiados en Göttingen y luego con los padres de Ema en Oldenburg. Finalmente radicándose en Düsseldorf en la Kunstakademie hasta 1967 donde fue docente en la Hochschule für bildende Künste de Hamburgo hasta 1971. Su puesto en Düsseldorf lo mantuvo hasta 1993.
Richter enseñó también en el Nova Scotia College of Art and Design. En 1983, Richter se reubicó desde Düsseldorf a Colonia, donde aún vive hoy en día.
Se casó por segunda vez con la escultora Isa Genzken, en 1982. Richter tuvo a su hijo, Moritz, con su tercera esposa, Sabine Moritz, el año en que se casaron, 1995. Un año más tarde nació su segunda hija, Ella María.
Richter tuvo su primera exposición individual, Gerhard Richter, en 1962 en Fulda, quemó todo el material después del show y en la Galería Schmela en Düsseldorf. Poco después, celebró exposiciones en Múnich y Berlín y a principios de los setenta expuso en Europa y los Estados Unidos.
Su cuarta retrospectiva, Gerhard Richter: 40 años de pintura, con Robert Storr como curador, se inauguró en el MoMA de Nueva York en febrero de 2002, luego viajó a Chicago, San Francisco, y Washington, DC.
El Archivo Gerhard Richter se estableció en colaboración con el artista en 2005 como un instituto de las Colecciones Estatales de Arte en Dresde, Alemania.
Richter ha publicado una serie de catálogos, monografías, y libros de su obra de arte y notas sobre pintura, y ha recibido honores y premios por su arte.
Reside en Colonia, donde fue nombrado ciudadano ilustre. Sigue pintando y exponiendo, habiendo participado en la Bienal de Venecia.
En el 2008 se exhibió en el Museum Ludwig-Köln, sus trabajos para los vitrales de la catedral de Colonia. Tuvo retrospectivas en el 2009 en el Albertina de Viena, Haus der Kunst, München, Tate Modern, Neue Nationalgalerie, Berlín y el Musée national d'art moderne Centre Georges Pompidou, Paris.

En 2012 inaugura Panorama, su muestra retrospectiva con motivo de su cumpleaños número 80.

Obra: Después de realizar murales, Richter inició una nueva fase en su carrera Descubrió el expresionismo abstracto y una serie de tendencias de vanguardia, formando lazos de amistad con otros artistas de su generación como Sigmar Polke. Se identificaban como artistas del pop art alemán, pero fueron también, durante un breve periodo, iniciadores de una variante satírica del pop a la que llamaban «realismo capitalista».
En 1962 inició pinturas que fundían la iconografía periodística y retratos de familia con un realismo austero basado en la fotografía. En su primera exposición de Düsseldorf, en 1963, el artista presentó por vez primera un estilo de fotografía-pintura, utilizando fotografías de paisajes, retratos o bodegones como base de sus pinturas. A finales de los sesenta comenzó su fase «constructivista», que incluyó trabajos como Color Charts, Inpaitings, Gray Paintings y Forty-eight Portraits, así como un trabajo con espejos.
A inicios de la década de los años setenta, evolucionó para una pintura monocromática sobria que evocaba la corriente minimalista, pero con una diferencia significativa en lo que respecta al objetivo y al sentimiento. A finales de la década y principios de los ochenta, las pinturas sobre lienzo de colores brillantes y atrevidamente delineadas diferían de la pintura pirotécnica neoexpresionista que estaba entonces en boga. A lo largo de toda su carrera, Richter ha cultivado en su trabajo un estilo sutilmente romántico y aparentemente antimodernista.








La producción artística de Gerhard Richter puede clasificarse en tres categorías: figurativa, esto es, todas las pinturas se basan en la fotografía o la naturaleza; constructivista, trabajo más teórico como tablas de color, paneles de vidrio y espejos; y abstracta, casi todo el trabajo realizado desde 1976 excepto bodegones y paisajes.








Ha ganado, entre otros, el Praemium Imperiale en 1997, el Premio Wolf de las Artes en Jerusalem en 1995, el Premio Kokoschka en París, el de la Academia de Artes y Letras en Nueva York, el Arnold Bode Preis de Dokumenta y el León de Oro de la Bienal de Venecia

Museos que poseen su obra:

*      Galerie Neue Meister, Dresde (Sajonia, Alemania)
*      Museum Ludwig, Colonia (Renania del Norte-Westfalia, Alemania)
*      Russisches Museum, San Petersburgo (Rusia)
*      Neues Museum Weserburg Bremen, Bremen (Alemania)
*      Museum Frieder Burda, Baden-Baden (Baden-Wurtemberg, Alemania)
*      Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York (Nueva York, Estados Unidos)
*      Hamburger Kunsthalle, Hamburgo (Hamburgo, Alemania)
*      Pinakothek der Moderne, Munich (Baviera, Alemania)
*      Städtische Galerie im Lenbachhaus, Munich
*      Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York
*      Kunstmuseum Walter, Augsburgo (Baviera, Alemania)
*      Kunstmuseum Winterthur, Winterthur (Zúrich, Suiza)
*      Migros Museum für Gegenwartskunst, (Zúrich)
*      Montreal Museum of Fine Arts, Montreal (Quebec, Canadá)
*      Museum Brandhorst, Munich
*      Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid, España).


Retrospectivas recientes:

2012 Gerhard Richter: Panorama


Con motivo del 80 cumpleaños del artista alemán Gerhard Richter  se organizó “Panorama”  que abarcó casi cinco décadas de su creación artística.

Gerhard Richter: panorama incluyó pinturas realistas basadas en fotografías, coloridas abstracciones gestuales como las pinturas con escobilla, paisajes sutiles y pinturas históricas. Richter también se valió de otros medios y materiales para realizar sus obras como, por ejemplo, pintar sobre sus fotografías o fotografiar sus propias pinturas.

La exposición contó además con una serie de construcciones de vidrio de los años sesenta, setenta y del año 2000 y obras realizadas con espejos iniciadas en la década de los 80.

Con la creación de cuadros sobre familias que habían sido miembros y víctimas del partido nazi, Gerhard Richter fue uno de los primeros artistas alemanes en reflexionar sobre la historia del Nacionalsocialismo. A través de sus obras, el artista ha ido respondiendo a momentos clave de la historia. De hecho, la exposición incluyó su trabajo Septiembre 2005, una pintura sobre los ataques terroristas al World Trade Centre de Nueva York en 2001.

2014 Gerhard Richter, Marian Goodman Gallery, el indiscutible gurú de la pintura de las cinco últimas décadas, con una gran muestra en la galería Marian Goodman, que abre ahora un espacio en Londres siguiendo el camino de otras galerías neoyorquinas como Gagosian o David Zwirner, que han visto en Londres el escenario ideal para fortalecer su negocio.

Marian Goodman es probablemente la galería más poderosa de Nueva York. Tal vez sus números no sean tan abrumadores como los de Gagosian, pero su prestigio es mucho mayor. Goodman, que tiene 86 años, acogió en su día a un número importante de artistas europeos. Mostró en su día el trabajo de Broodthaers, Penone, Richter o Toroni por vez primera en Estados Unidos y representa hoy a muchos de los artistas más importantes del concierto internacional, desde Gabriel Orozco y Pierre Huyghe hasta Tino Sehgal, Danh Vo o Adrián Villar Rojas. Sirva de ejemplo de la importancia que la galería otorga a esta exposición el hecho de que se haya publicado un catálogo con textos nuevos de autores como Benjamin Buchloh o Robert Storr. Este último fue el comisario de Forty years of painting, la retrospectiva que el MoMA dedicó al artista hace ahora trece años.

El lugar es una antigua nave victoriana de casi 4.000 metros cuadrados divididos en dos pisos y con un gran lucernario por el que se filtran rotundos haces de luz que rivalizan con un juego de contundentes columnas. En ella, Gerhard Richter ha dispuesto un buen conjunto de obra reciente que incluye experimentos digitales, pinturas realizadas sobre diferentes soportes y fotografías.

Richter cumplirá pronto 83 años. En su larguísima carrera ha tocado todos los estilos posibles y ha explorado todos los rincones plásticos y conceptuales de la pintura.

 En los años setenta, Richter utilizaba la fotografía para deconstruir sus propios cuadros. Sería algo parecido a doblar una imagen hasta que de ella sólo quede una mancha abstracta e ilegible. Strip es el resultado de una operación similar pero en el ámbito digital, a través del que alude metafóricamente al paso fugaz de las imágenes, que corren como fantasmas inasibles, frente a la simbología que podría derivar del recurso analógico anterior, más relacionado con las propiedades corpóreas de la pintura y con la serialidad de su registro fotográfico. Strip consiste en un trepidante conjunto de líneas horizontales que exploran el desenlace aleatorio con el que nos sorprenden las imágenes cuando miramos su envés.

Con sus diez metros de longitud, Strip es la pieza imponente de la exposición pero no me resulta mucho más rotunda que Scheiben (Kartenhaus), de 2013, una de sus célebres piezas de cristal. Remite esta pieza a su conocidísima 4 Glasscheiben pero su resolución tiene una mayor complejidad y su secuencialidad resulta enconada y confusa. Es tan aristado el conjunto que no podemos sino coincidir con la invocación que Richter hace de Friedrich y de suNaufragio del Esperanza, una de las joyas del Romanticismo alemán. Hay una tensa relación entre interior y exterior, entre el dentro y el afuera, que se abrazan desdibujándose.

Más contenidos, aunque también poderosos, son los trabajos de la serie Flow, cuyos procesos nos sitúan ante el carácter experimental del trabajo de Richter. El propio título alude al fluir de la pintura, pero pronto comprobamos que se trata de todo lo contrario, pues lo que vemos es el resultado de la radical interrupción de ese fluir. El pintor alemán trabaja estos cuadros (cuyo soporte es de cristal) en el suelo. Deja caer el esmalte y observa su correr por la superficie horizontal hasta que decide frenar ese proceso poniendo otro cristal sobre la superficie. El movimiento de la pintura queda detenido, como si congelara de repente un río de lava. El clima es denso, poroso, todo lo contrario que su pieza de cristal, tan liviana. Y demuestra al mismo tiempo otro perfil de trabajo con respecto a su serieStrip, tan fría y mecánica, tan ajena a lo tangible, a lo manual.

Un Richter en todas sus manifestaciones es lo que nos propone la galería Marian Goodman en Londres. Otra cosa sería un sinsentido. Restringir una presentación de Richter a un solo estilo sería mutilarlo. El tercer vértice de ese triángulo tremendo de pintores alemanes que forma con Kiefer y Polke no defrauda, y demuestra la capacidad del artista de aferrarse a su tiempo, a una época globalizada que, como ha reconocido en una entrevista reciente, nos aleja sistemática y desinhibidamente de toda tradición. Las tradiciones tal vez le resultan esquivas. El presente, desde luego, no.









Lic. Gustavo Perino

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